En esta innovadora obra del cine mudo, seguimos a un grupo de inuit que habitan en el gélido paisaje del Ártico canadiense. La historia se centra en un cazador conocido como Nanook, quien se esfuerza por mantener a su familia mientras enfrenta las duras condiciones del posterior invierno. La narrativa nos transporta a un mundo donde las tradiciones y la supervivencia se entrelazan, ya que Nanook debe recurrir a sus antiguas habilidades de caza para proveer alimento y refugio a su esposa, su amante y sus hijos.
A medida que avanza la película, somos testigos de la vida cotidiana de esta comunidad. Desde la construcción de iglús, la caza de focas y morsas, hasta los ritos familiares que celebran la cohesión entre ellos, cada escena revela una parte esencial de su cultura. La cinematografía captura con maestría la belleza indómita y, a la vez, despiadada del norte, contrastando la calidez de la comunidad inuit con la desolación del hielo y la nieve que los rodea.
Sin embargo, no todo es idílico; los desafíos son constantes, desde la escasez de recursos hasta los peligros del clima extremo. Esta producción es un testamento tanto a la resiliencia humana como a la fuerza del vínculo familiar en condiciones adversas. A través de una mezcla de documental y dramatización, la cinta crea una experiencia inmersiva que no solo educa, sino que también invita a la reflexión sobre la vida en uno de los entornos más extremos del planeta.