En un encantador pero alocado día en el mundo de los dibujos animados, un viejo conejo se ve atrapado en una travesura tras otra cuando se convierte en el objetivo de un astuto cazador que siempre está deseoso de cazarlo. Con su simpática pero impredecible personalidad, el viejo conejo constantemente se encuentra intentando escapar de las garras del cazador, mientras utiliza su ingenio y recursos para burlar las trampas que le pone.
Mientras el cazador se esfuerza por ser una amenaza, el conejo demuestra que la inteligencia puede superar la fuerza bruta. En un momento de desesperación, el viejo conejo rememora sus días de gloria en la juventud, lo que lo lleva a sentirse nostálgico y a planificar su estrategia de escape a partir de sus viejas hazañas. En una carrera llena de gags visuales y un humor irreverente, cada intento del cazador por atrapar a su presa se convierte en un monumental fracaso.
A través de un torbellino de situaciones cómicas, los momentos de acción desenfrenada y la nostalgia, se nos recuerda que, a pesar de los años que pasen, el espíritu de un joven aventurero nunca se apaga. Este clásico de la animación logra capturar la esencia de la lucha entre el ingenio y la fuerza, todo envuelto en un estilo visual que sigue deleitando a generaciones de espectadores. Al final, la película nos deja con la sonrisa en el rostro, recordándonos que el viejo conejo aún tiene muchas historias que contar.