En una oscura y húmeda Londres del siglo XIX, un niño huérfano llamado Oliver enfrenta una vida llena de penurias y desafíos desde el primer momento en que sale del orfanato. Al intentar escapar de la dura rutina que le imponen, se encuentra en las calles, donde la pobreza y la delincuencia son el pan de cada día. Tras una serie de desventuras, es atrapado en el mundo del crimen cuando se une a una pandilla liderada por un astuto ladronzuelo llamado Fagin, quien recolecta a pequeños huérfanos para que le ayuden a robar.
Oliver, con su espíritu tierno e inocente, rápidamente se convierte en un objetivo de las artimañas de Fagin, pero su deseo de una vida mejor nunca se apaga. La trama se complica cuando Oliver es acusado de un robo que no cometió, lo que lo lleva a un encuentro con un policía caritativo llamado Brownlow, quien reconoce la bondad en el joven. Con la ayuda de Brownlow, Oliver empieza a descubrir un mundo más amable y esperanzador, pero los peligros de su pasado no están tan lejos, ya que Fagin y su cómplice Bill Sikes están decididos a mantener el control sobre él.
A medida que Oliver navega por esta vida llena de desafíos, la historia evoca temas de amistad, esperanza y redención, capturando la lucha entre la inocencia y la corrupción en una sociedad que a menudo parece olvidarse de lo más preciado: la infancia.