En la década de 1980, un escritor se encuentra atrapado en la desolación de la vida soviética, donde la opresión y la falta de libertades son moneda corriente. Cuando recibe una carta misteriosa de su difunto padre, se ve empujado a explorar un pasado que nunca fue completamente revelado. A medida que se adentra en el mundo de las misivas, descubre secretos familiares que habían permanecido enterrados y que revelan la difícil vida de su padre durante la guerra y su lucha con el régimen.
La trama se desarrolla en un paisaje sombrío, donde cada carta actúa como una ventana a la vida del padre, presentando dilemas morales, pérdidas y fortaleza ante la adversidad. El escritor, al ir digiriendo cada carta, también se enfrenta a sus propios fantasmas: las expectativas sociales, la identidad nacional y el papel del arte en tiempos de represión. A medida que avanza, se da cuenta de que las luchas de su padre no son solo ecos del pasado, sino reflexiones profundas sobre su propia existencia.
Entre retratos de nostalgia y dolor, la historia inevitablemente enfrenta a las nuevas generaciones con los errores de sus antepasados. En esta travesía de autodescubrimiento, la conexión entre el presente y el pasado se convierte en un vínculo vital para comprender la realidad que enfrentan ambos personajes. En última instancia, la película es un poderoso recordatorio de que la memoria puede ser tanto un peso como una fuente de liberación.