En un mundo donde el consumismo y la decadencia moral parecen haber tomado el control, dos historias entrelazadas exploran la descomposición de la sociedad y la conexión con los instintos más primarios. Por un lado, seguimos a un joven de una familia adinerada que se siente atrapado en expectativas sociales opresivas. Su vida es un reflejo de la superficialidad y el vacío que lo rodea, donde el hedonismo y la lucha por el estatus social parecen ser la norma. A medida que su frustración crece, su deseo de libertad y autenticidad lo lleva a explorar un lado oscuro de su propia naturaleza.
Por otro lado, un grupo de campesinos vive en un ambiente de miseria y brutalidad en la Europa postguerra. Su existencia es dura y marcada por la desesperanza, pero en su lucha diaria por la supervivencia, se enfrenta a cuestiones sobre la dignidad humana y la animalidad innata. Las imágenes de la vida en el campo son crudas y vívidas, reflejando el contraste con la vida privilegiada del protagonista.
A medida que ambas narrativas se desarrollan, los personajes se encuentran en un abismo moral que desdibuja la línea entre lo humano y lo bestial. La película plantea preguntas profundas sobre la naturaleza del hombre, el deseo, la violencia y la búsqueda de identidad en un mundo que parece cada vez más ajeno. Con una estética provocadora y escenas impactantes, este filme se convierte en una reflexión audaz y perturbadora sobre la condición humana y la alienación en la sociedad moderna.