En una sala oscura y surrealista, un grupo de seis hombres se sientan con expresiones de angustia, enfrentándose a una experiencia inquietante. Lo que parece ser un simple encuentro entre amigos se convierte rápidamente en una representación visual del malestar humano. Cada uno de ellos, atrapado en su propio mundo, no solo comparte su repulsión por un ambiente opresivo, sino que también lidian con sus miedos y ansiedades internas. A medida que la tensión va crescendo, la animación y la pintura cobran vida en un amalgama de imágenes que interrumpen el flujo del tiempo y la realidad.
A través de una combinación de imágenes en movimiento y pintura, la narrativa se transforma en una experiencia sensorial donde los hombres no solo se enfrentan a su propia náusea, sino que también reflejan el caos emocional de la existencia. El espectador es arrastrado a sus luchas internas y al diseño de un entorno que parece devorarlos. Con un estilo experimental y avant-garde, la obra explora la distorsión de la percepción y la lucha con el sufrimiento humano, convirtiendo los momentos de incomodidad en una obra maestra visual que desafía la clásica estructura narrativa.
Al final, la cinta no solo invita a la reflexión sobre la salud mental y la angustia de la vida cotidiana, sino que también deja una marca indeleble sobre el poder del arte para capturar lo inefable, ofreciendo una mirada cruda y poética de la incomunicación y la desesperación.