En un pintoresco pueblo francés, la vida parece transcurrir con la calma de un día de verano hasta que un loco y carismático inventor, Nénesse, decide escapar de la monotonía trepándose a un árbol. Con el corazón lleno de sueños y un espíritu inquieto, se aferra a su refugio en las alturas, desafiando a un mundo que no siempre comprende a los soñadores. Desde su posición en la copa del árbol, observa los enredos de la vida diaria, incluyendo las interacciones de sus amigos y los habitantes del pueblo, quienes, aunque preocupados por su bienestar, no pueden evitar sentirse atraídos por su inusual aventura.
Mientras se desarrolla su ostracismo arbóreo, la historia explora temas de libertad, locura y la búsqueda de identidad. A medida que los días se convierten en semanas, los personajes entran en una danza entre la risa y la desesperación, tratando de convencer a Nénesse de que baje. Pero él, firme en su convicción, se convierte en un símbolo de resistencia ante la conformidad, inspirando a aquellos que lo rodean a replantearse sus propias vidas y deseos.
El tono de la película oscila entre la comedia y el drama, utilizando la metáfora del árbol como espacio de refugio y reflexión personal. En un mundo que a menudo parece gris y limitante, Nénesse demuestra que a veces, escapar a la naturaleza y abrazar la locura puede ser la clave para encontrar la verdadera felicidad.