En un tranquilo pueblo japonés, la vida de un adolescente cambia drásticamente cuando un nuevo estudiante, Shoya Ishida, se cruza en su camino. Desde el primer día, Shoya se siente intimidado por la llegada de Shoko Nishimiya, una chica sorda que se enfrenta a un mundo lleno de prejuicios y burlas. Lo que comienza como una relación de acoso por parte de Shoya se convierte en un ciclo de dolor y culpa que lo perseguirá a lo largo de su vida.
A medida que pasan los años, la culpa de Shoya por su comportamiento infantil lo consume, llevando a una espiral de aislamiento y desasosiego. Reconociendo sus errores del pasado, decide buscar a Shoko con la esperanza de redimirse. Al reunirse con ella, descubre que su vida ha estado marcada por el dolor, pero también por la resiliencia. Shoya se embarca en un viaje emocional para entenderse a sí mismo y, a su vez, entender a Shoko, quien enfrenta su propio proceso de sanación.
La película toca temas como la amistad, la bullyng, la soledad y la búsqueda de redención, explorando cómo nuestras acciones tienen repercusiones que pueden durar toda la vida. Con una animación hermosa y una narrativa sensible, la historia atraviesa momentos de humor y tristeza, invitando al espectador a reflexionar sobre la empatía y la conexión humana en un mundo que a menudo parece desconectado. La relación entre Shoya y Shoko brilla como una luz de esperanza en medio de la adversidad.