En un Nueva Zelanda del siglo XIX marcado por la colonización británica, un hábil guerrero maorí, que ha dedicado su vida a proteger su tierra y su gente, se enfrenta a un dilema moral desgarrador. Tras haber sido traicionado por los colonizadores, quienes han abusado de su confianza y destrozado su hogar, decide que ha llegado el momento de tomar venganza. Mientras su gente sufre, él se sumerge en una lucha cruda y visceral contra el invasor.
A medida que avanza su venganza, se convierte en un símbolo de resistencia, inspirado por la historia de su pueblo y por la lucha por su libertad. Pero en medio de la violencia, también comienza a cuestionar la naturaleza del odio y la justicia. Su travesía lo lleva a enfrentarse no solo a las tropas británicas, sino también a los conflictos internos dentro de su propia cultura, donde hay quienes abogan por la paz y otros que siguen la senda de la guerra.
Con impresionantes paisajes de la campiña neozelandesa como telón de fondo, esta película es una mirada profunda y emocionante a la lucha por la identidad y la venganza, mientras revela cómo las decisiones impulsadas por el dolor pueden tener consecuencias inesperadas y devastadoras. La historia se desarrolla en un ritmo apasionante, con una cinematografía cautivadora que te sumerge en la brutalidad y belleza de la época, dejándote pensando mucho después de que los créditos han terminado.