Es una obra maestra del cine bélico que nos sumerge en la desesperada evacuación de soldados aliados atrapados en las playas de Dunkerque durante la Segunda Guerra Mundial. Con una narrativa única que entrelaza tres perspectivas distintas —tierra, mar y aire—, la película relata cómo cientos de miles de soldados británicos y franceses quedaron atrapados, rodeados por las fuerzas alemanas, con el mar como su única esperanza de escape.
En tierra, seguimos a un joven soldado llamado Tommy mientras lucha por sobrevivir en medio del caos. En el mar, nos encontramos con un valiente civil que, junto a su hijo, se une a la flotilla de barcos pequeños que cruzaron el Canal de la Mancha para rescatar a los soldados. En el aire, un piloto de la RAF arriesga todo en una batalla contra los cazas enemigos para proteger a las tropas en retirada.
Sin grandes diálogos ni heroísmos exagerados, Dunkerque destaca por su impresionante dirección, una banda sonora angustiante y una edición que te mantiene al borde del asiento. Más que una película de guerra, es una experiencia sensorial que te deja sentir el miedo, la esperanza y la lucha por la supervivencia como si estuvieras allí.