La procrastinación es un problema común que muchas personas enfrentan a todo momento. Es fácil caer en la trampa de postergar tareas importantes y en su lugar optar por actividades que tienen menor valor, como navegar por internet, ver televisión, revisar redes sociales, entre muchas otras cosas. Sin embargo, la procrastinación puede tener consecuencias negativas en nuestra vida diaria, ya que puede causar estrés, ansiedad y atrasar proyectos o asuntos importantes que debemos atender. En este artículo, exploraremos cómo ser más productivo y evitar procrastinar.
¿Qué es la procrastinación?
Podemos decir que la procrastinación es la acción o hábito de retrasar o posponer tareas importantes, incluso cuando uno sabe que es importante realizarlas. A menudo, la procrastinación se produce debido a la falta de motivación, la falta de tiempo, la falta de habilidades o la falta de interés en la tarea.
Existe una diferencia de personalidad, según varios estudios, entre aquellas personas que no suelen procrastinar y los que son más habituales a hacerlo. Las primeras tienen una identidad personal fuerte y no se preocupan demasiado por lo que piensan los demás, en comparación, los procrastinadores tienen una tendencia a padecer de baja autoestima.
¿Qué es la productividad?
La productividad es la capacidad de hacer más trabajo en menos tiempo, sin comprometer la calidad. Se trata de lograr más con menos esfuerzo. La productividad implica ser más organizado, enfocado y eficiente en el uso del tiempo, lo que se traduce en un mayor rendimiento y mejores resultados.
¿Cuáles son las causas de la procrastinación?
Existen muchas causas de la procrastinación, entre las más comunes están:
- Miedo al fracaso o a la crítica.
- Falta de motivación o interés.
- Tendencia a buscar distracciones o a posponer tareas difíciles o aburridas.
- Problemas de organización o falta de planificación.
- Dificultades para establecer prioridades.
- Incertidumbre sobre cómo hacer una tarea o por dónde empezar.
- Problemas personales, como el estrés o la ansiedad.
- Falta de confianza en las propias habilidades.
- Dificultades para concentrarse o mantener la atención.
- Exceso de perfeccionismo o expectativas poco realistas.
¿Cómo afecta el procrastinar en nuestra vida diaria?
- Estrés y ansiedad: La procrastinación puede generar estrés y ansiedad, ya que a menudo se siente como una tarea pendiente que no se ha realizado. El estrés y la ansiedad pueden afectar negativamente la salud mental y física.
- Baja productividad: Cuando se posponen tareas importantes, es fácil sentirse abrumado y perder la motivación. La falta de motivación puede afectar negativamente la productividad y hacer que se tarde más tiempo en completar tareas importantes.
- Atrasos en proyectos: La procrastinación puede atrasar proyectos importantes y hacer que se pierdan oportunidades. Si se posponen las tareas importantes, es posible que se pierdan plazos importantes y se tenga que trabajar bajo presión para completar el trabajo a tiempo.
- Menor calidad del trabajo: Cuando se trabaja bajo presión y se posponen las tareas importantes, es posible que se produzca un trabajo de menor calidad. La falta de tiempo y la falta de motivación pueden hacer que se cometan errores y que se pierda la atención en detalles importantes.
- Sentimiento de culpa: La procrastinación puede generar sentimientos de culpa y remordimiento. El hecho de saber que hay tareas importantes que no se han realizado puede generar un sentimiento de culpa y reducir la autoestima.
- Daña las relaciones y la reputación: Al decir que harás alguna tarea pero esta no es terminada a tiempo o nunca se realiza llega a ser mal visto por los demás y perderán la confianza en nosotros.
- Baja autoestima: La procrastinación puede llegar a ser un círculo vicioso, ya que al posponer nuestros objetivos o tareas perjudicamos nuestra autopercepción hasta llegar a tener una mala imagen de nosotros mismos.
¿Cómo dejar de procrastinar y ser más productivo?
Es importante tomar en cuenta que para dejar de procrastinar se requiere de mucha fuerza de voluntad y motivación. La procrastinación es un mal hábito y como todos ellos siempre se pueden atravesar complicaciones al momento de intentar superarlo.
A continuación hay una serie de consejos que te ayudarán a empezar a ser más productivo:
Establece objetivos y prioridades
Es importante tener claros los objetivos y prioridades para enfocar la energía y el tiempo en tareas importantes. Al establecer objetivos y prioridades, se puede identificar qué tareas son más importantes y cuáles son menos importantes, y esto puede ayudar a evitar la procrastinación.
Crear un plan de acción
Después de establecer objetivos y prioridades, es importante crear un plan de acción. Un plan de acción puede incluir una lista de tareas diarias, semanales o mensuales, con fechas límite y plazos claros.
Realizar listas de tareas puede ayudarnos a organizar nuestro tiempo de una manera más efectiva y al mismo tiempo motivarnos para realizar las actividades que tenemos en mente.
Esta lista debe estar orientada hacia una meta diaria, en pequeños pasos para poder tener una mejor visión de como avanzamos.
Elimina los pensamientos negativos
Razona aquellas ideas que te estén influenciando de manera negativa para de esta manera frenarlas y poder dejar atrás la procrastinación.
Elimina distracciones
Las distracciones pueden ser una gran fuente de procrastinación. Identifica las distracciones comunes en tu vida diaria y trata de eliminarlas tanto como sea posible. Esto puede incluir apagar el celular mientras se trabaja, cerrar las pestañas del navegador web no relacionadas con el trabajo, entre otros.
Utiliza la técnica Pomodoro
La técnica Pomodoro es una técnica de gestión del tiempo que puede ayudar a mejorar la productividad y evitar la procrastinación. Consiste en dividir el trabajo en bloques de tiempo de 25 minutos, seguidos de un breve descanso de 5 minutos. Después de cuatro bloques de tiempo de trabajo, se toma un descanso más largo de 15-20 minutos.
Haz una cosa a la vez
A menudo, las personas intentan hacer varias tareas al mismo tiempo, lo que puede ser un gran error. Trata de concentrarte en una tarea a la vez y completa esa tarea antes de pasar a la siguiente. Esto puede ayudar a mantenerse enfocado y evitar la procrastinación.
No te castigues por procrastinar
Cuanto más te culpes y te castigues por los errores, mayor será la ansiedad que sentirás en la próxima tarea. Lo importante es no confundir ese perdón con excusas, es decir, está bien decirse a uno mismo que no pasa nada, pero no puede convertirse en una rutina.
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