En un barrio de Nueva Zelanda, la vida de una familia maorí está marcada por la violencia y la lucha constante por la supervivencia. Beth, una madre fuerte y resiliente, se enfrenta al abismo de una relación destructiva con su esposo, Jake, un hombre que lucha con su propia ira y una historia de abuso que se ha vuelto un ciclo interminable. A medida que la violencia en el hogar se intensifica, los hijos de Beth lidian con sus demonios internos y las consecuencias de un entorno tóxico.