Tras conseguir escapar con Newt y Bishop de un planeta alienígena, la teniente Ellen Ripley recala accidentalmente en Fiorna 161, una remota cárcel galáctica cuyos peligrosos reclusos están absolutamente abandonados a su suerte.
Un submarino nuclear, al mando de un prestigioso general de la Unión Soviética, se interna en el Océano Atlántico con rumbo a los Estados Unidos. La CIA, que ignora si pretende atacarles o desertar de su país, encarga al agente Jack Ryan que se ponga en contacto con él para saber sus verdaderas intenciones. Fue la primera entrega de una saga sobre las aventuras de Jack Ryan, el brillante analista y agente de la inteligencia americana creado por Tom Clancy.
Jay Austin, un policía de San Francisco debe investigar un asesinato cometido en una base militar. Para ello, cuenta con la ayuda del jefe de seguridad, un coronel con el que mantiene una tensa relación, que se agrava desde el momento en el que el policía se enamora de la hija del militar.
El detective de Detroit Axel Foley se entera por las noticias de la tele de que su amigo Andrew Bogomil, capitán de la policía de Beverly Hills, ha sido tiroteado por una mujer. Cuando va a visitarlo al hospital, conoce a su hija Jan. Con la ayuda de dos agentes amigos suyos intenta localizar a la culpable, a pesar de que el jefe de policía Harold Lutz ha intentado encontrar alguna razón para despedir a los dos agentes.
Los Inmortales son seres de una raza especial que sólo pueden morir decapitados entre sí. Viven desde hace siglos entre los hombres, pero ocultando su identidad. Unos defienden el Bien, otros, el Mal. Una maldición los obliga a luchar entre sí hasta que sólo quede uno de ellos. El escocés Connor MacLeod (Christopher Lambert) es uno de los supervivientes del clan de los Inmortales que ha llegado hasta nuestros días