En esta secuela de terror, Tommy Jarvis, el único sobreviviente del brutal ataque de Jason Voorhees, está decidido a enfrentarse a sus demonios del pasado. Después de años de incertidumbre y pesadillas, Tommy cree que la única manera de superar su trauma es asegurarse de que Jason esté realmente muerto. Por ello, decide desenterrar el cuerpo del asesino en el cementerio, pero lo que no anticipa es que este acto lo traerá de vuelta a la vida de la manera más aterradora posible.