En esta alocada secuela de la comedia familiar de los años 80, Wayne Szalinski, un inventor algo torpe, está de vuelta con su familia, tratando de llevar una vida más normal después de sus locuras previas. Sin embargo, cuando su hijo, Adam, de apenas dos años, se convierte en el nuevo “proyecto” de su padre, la situación se sale de control.

En un suburbio tranquilo, un inventor algo torpe llamado Wayne Szalinski ha estado trabajando en su último proyecto: una máquina que puede encoger objetos. Tras varios fracasos, la máquina finalmente tiene éxito, pero no de la manera que Wayne esperaba. Mientras él se encuentra en su laboratorio, sus hijos, Nick y Amy, junto con sus amigos, deciden explorar su curiosidad sobre la extraña invención. En un giro inesperado, la máquina se activa accidentalmente y los niños son reducidos a un tamaño diminuto.