En un futuro distópico, la sociedad ha optado por una vida sin dolor ni emociones. Todo está regulado y la felicidad es superficial; los colores han desaparecido y las decisiones se toman para los ciudadanos. Jonas, un joven aparentemente normal, está a punto de cumplir sus 18 años y, como parte del rito de iniciación, se le asigna un rol especial en la comunidad: el receptor de la memoria. Su vida cambia drásticamente cuando empieza a entrenarse con un anciano conocido como el dador.