En un pequeño pueblo rural de Francia, la vida transcurre de manera tranquila, marcada por las estaciones y las labores del campo. Sin embargo, las tensiones sociales y las luchas de clase comienzan a surgir entre los campesinos y las clases más adineradas que controlan la tierra. La historia se centra en una familia de agricultores que, tras la muerte del patriarca, se ve obligada a enfrentar la inminente venta de su hogar ancestral.