En el siglo XVIII, una joven princesa alemana, Catalina, es enviada a la corte de Rusia para casarse con el futuro zar, Pedro III. Deslumbrada por la opulencia y el poder de la corte, poco a poco se da cuenta de que su nuevo hogar es un lugar de intrigas y peligro. La relación con su marido es todo menos idílica; Pedro, un hombre débil y despreocupado, se preocupa más por los placeres de la vida que por gobernar, dejando a la joven Catalina en una posición precaria.