En un mundo donde la obsesión por la imagen se ha convertido en rutina, un solitario técnico de fotos, Sy Parrish, lleva una vida monótona trabajando en un laboratorio de revelado. Su pasión por la fotografía va más allá de tomar buenas imágenes; se convierte en una forma de conectar con la vida de otras personas, especialmente con una familia que visita su tienda con frecuencia: los Yorkin. A través de las fotografías que desarrolla, se sumerge en la intimidad de su vida, creando un vínculo ilusorio con ellos.