En un mundo sombrío y enigmático, una figura masculina, que se presenta casi como un dios moribundo, es testigo de su propia destrucción. A través de una serie de imágenes crudas y perturbadoras, esta criatura, que se descompone lentamente ante nuestros ojos, da a luz a un ser femenino, la representación de la vida en medio de la muerte. La atmósfera oscura se apodera de todo, con paisajes desoladores y un blanco y negro que intensifica la sensación de pesadilla.