En una vibrante y agitada ciudad de Estados Unidos, una joven estilista llamada Frankie, interpretada por Patricia Arquette, lleva una vida aparentemente normal. Sin embargo, todo cambia cuando comienza a experimentar fenómenos extraños y visiones perturbadoras que la llevan a sufrir experiencias místicas.

En las oscuras calles de Nueva York, un teniente de policía, atrapado en un torbellino de autodestrucción, se enfrenta a sus demonios internos mientras intenta lidiar con su vida personal y profesional. La trama sigue a este oficial, cuya moral está completamente corroída por su adicción a las drogas, el juego y la corrupción. Su vida es un caos, marcada por decisiones desastrosas y un comportamiento cada vez más errático.

En una tranquila suburbia, una joven adolescente comienza a sentir que su vida carece de emoción e intensidad. Un día, decide rebelarse contra su rutina y se convierte en la amiga de un grupo de estudiantes mayores, quienes son completamente distintos a lo que ha conocido hasta ahora. A medida que se adentra en este nuevo mundo, se siente atraída por uno de los chicos del grupo, un joven carismático y problemático que la envuelve en una espiral de experiencias que desafían sus creencias y límites.