En el bullicioso mundo de la policía de Detroit, el agente de la ley Orin Boyd es un tipo duro que no se detiene ante nada para hacer lo correcto. Sin embargo, después de un malentendido en una operación encubierta, Boyd se encuentra en problemas con sus superiores y es asignado a una precaria unidad de control de pandillas en un vecindario donde la oscuridad parece acechar a cada esquina. Aquí, el ambiente es tenso; las rencillas entre las pandillas y la corrupción dentro de la propia fuerza policial son el pan de cada día.