Constance Bonacieux es secuestrada enfrente de D'Artagnan. El joven espadachín une fuerzas con los expertos soldados Athos, Portos y Aramis para, en compañía de la enigmática Milady de Winter, salvar a Constance.
Un comisario reúne a sus mejores agentes, la flor y nata de la policía, y les hace una advertencia: a los delincuentes como "El Dobermann" no hay que arrestarlos y encarcelarlos; hay que eliminarlos. Pero como no le escucharon el comisario tuvo que buscar una solución más radical.