En un mundo oscuro y crudo, la vida de un grupo de criminales se entrelaza con la de un implacable inspector de policía. Un ladrón carismático y su extravagante banda de delincuentes se sumergen en un torbellino de violencia y caos mientras planean atracar un banco en París. Liderados por un astuto y despiadado jefe, su objetivo no solo es el dinero, sino también dejar una huella imborrable en la ciudad, mostrando que nadie está por encima de la ley... ni de ellos.
Con un toque de venganza personal, el inspector está decidido a desmantelar la operación criminal de una vez por todas. A medida que la tensión se intensifica, ambos lados juegan a un peligroso juego del gato y el ratón, donde las lealtades se ponen a prueba y la línea entre el bien y el mal se difumina. La estética visual de la película, llena de neón y una música trepidante, se convierte en un personaje más, reflejando la locura de su historia.
Las escenas de acción son intensas y estilizadas, combinando coreografías de combate inesperadas con una narrativa intrigante que mantiene a la audiencia al borde del asiento. Mientras la banda se arriesga a cruzar límites cada vez más peligrosos, la confrontación final se presenta como un espectáculo visceral donde la vida de cada personaje pende de un hilo. En esta danza de violencia y traición, solo los más astutos podrán salir con vida y, tal vez, con una pizca de redención.