En una tranquila localidad costera, la vida de sus habitantes se ve sacudida cuando un grupo de asaltantes se apodera de un supermercado local. La tensión aumenta cuando un enorme tiburón blanco irrumpe en la playa, atraído por el caos y la sangre derramada. Los clientes en el supermercado, incluyendo a un padre que busca a su hija desaparecida, se ven atrapados en un acorralamiento mortal, teniendo que encontrar la manera de sobrevivir tanto al ataque de los delincuentes como a la amenaza inminente del escualo hambriento.