En un futuro cercano en el que el crimen ha sido prácticamente erradicado, una noche al año se desata el caos: un evento gubernamental conocido como la Purga, donde todos los delitos, incluyendo el asesinato, son legales durante 12 horas. En medio de esta locura, un grupo variado de personajes se encuentra atrapado en las calles de Los Ángeles, cada uno lidiando con sus propios demonios mientras la ciudad se convierte en un campo de batalla.

En esta alocada secuela, los desastres de la pandilla de amigos llegan a un punto culminante cuando se encuentran en una situación más que complicada. Tras los desastres de Las Vegas y Tailandia, el grupo se ha distanciado un poco, pero la magia de la locura sigue presente. Alan, el alocado amigo de la pandilla, atraviesa un momento difícil tras la muerte de su padre, y como parte de su terapia, sus amigos deciden llevarlo a un centro de rehabilitación.