En la década de 1880, la figura del famoso forajido Jesse James se erige como un mito en el Viejo Oeste estadounidense. La historia se centra en Robert Ford, un joven que, tras haber admirado a Jesse desde su niñez, se convierte en su socio. Sin embargo, el ideal que Ford tenía de su ídolo se desmorona al conocer la cruda realidad del criminal: un hombre lleno de inseguridades y temores, que vive a la sombra de su propia leyenda. A medida que Ford se adentra en la vida delictiva junto a Jesse, las tensiones aumentan y surge una sensación de traición en el aire.