En un pequeño y sombrío cementerio, un nuevo director de la administración de terrenos se encuentra con un peculiar mapa en el que cada sección está marcada con un color que indica si el terreno está vendido o no. Al jugar accidentalmente con las marcas en el mapa, empieza a cruzar líneas que no debía. Cada vez que coloca un clavo negro en una plaza vacía, recibe aterradoras noticias de que la persona correspondiente ha fallecido, llevando a una escalofriante cadena de eventos que lo llevan a cuestionar su cordura.