En la década de 1950, una joven llamada Eilis Lacey deja su Irlanda natal en busca de un futuro mejor en Estados Unidos. Con el corazón un poco pesado y la promesa de oportunidades, Eilis se embarca en un transatlántico lleno de incertidumbre. Una vez en Brooklyn, rápidamente se encuentra luchando con la soledad y la adaptación a su nueva vida. El bullicio de la ciudad es abrumador, pero la calidez de la comunidad irlandesa le da un respiro. A pesar de los obstáculos lingüísticos y culturales, Eilis comienza a trabajar en una tienda y, poco a poco, se siente más en casa.

En un pintoresco pueblo irlandés, la vida de sus habitantes gira en torno a la lucha por la tierra y el orgullo que esta conlleva. El fuerte y carismático, pero también volátil, “Bull” McCabe es un agricultor que se ha dedicado toda su vida a trabajar un terreno que, aunque es suyo, su posesión siempre ha sido disputada. Cuando un empresario forastero llega al pueblo con la intención de comprar el campo para desarrollar un proyecto moderno, las tensiones estallan. McCabe ve en este terreno no solo un pedazo de tierra, sino su honor, su legado y su razón de ser.