Otra obra maestra de Howard Hawks. Una joven americana llega haciendo escala a Barranca, un puerto sudamericano. Allí conocerá una pequeña gran familia de pilotos que arriesgan sus vidas llevando el correo con sus avionetas a través de las montañas.
Alice Sycamore, la única persona con un poco de cordura en una familia llena de lunáticos, se enamora de su jefe, Tony Kirby, que pertenece a una familia muy rica y muy cursi. La diferencia entre el estilo de vida y la mentalidad de ambas familias se agudiza cuando los padres de él van a cenar a casa de ella, y la cena termina con la llegada de la policía y la detención de todos los presentes, acusados de anarquistas.
El eminente doctor Clitterhouse (Edward G. Robinson) llega más lejos que todos sus colegas en su afán por desentrañar el misterio que hace que un hombre se convierta en un delincuente. Propulsor de un particular método y, convencido de que él es el mejor sujeto de experimentación, decide llevar a cabo una extraña prueba que le permita concluir si el hombre cae en el delito por necesidad o por la sublimación de los sentidos.
Un ingenuo joven de provincias (Gary Cooper) va a Nueva York para hacerse cargo de una herencia de veinte millones de dólares. Allí se enamora de una chica encantadora (Jean Arthur), sin saber que es la periodista que lo ridiculiza en sus artículos.
Ellie Andrews, una joven y caprichosa heredera, consigue escapar del yate de su padre, que la había encerrado para evitar su boda con un hombre poco recomendable. En el autobús que coge, con destino a Nueva York, conoce a Peter Warne, un simpático y atractivo reportero, que busca una buena historia. El azar y las circunstancias unirán a Ellie y a Peter en un accidentado y divertido viaje.