Un submarino ruso encalla en un tranquilo lugar de la costa de los Estados Unidos. La tripulación desembarca para pedir ayuda, pero los habitantes del pueblo los toman por invasores.
Un sacerdote de Boston comienza a ascender en la jerarquía eclesiástica gracias a sus grandes cualidades. Sin embargo, tendrá que afrontar delicados problemas personales y situaciones políticas muy peligrosas, como la invasión de Austria por los nazis (1938).
Elliot Nash (Glenn Ford), un guionista de televisión, es chantajeado por un hombre que tiene fotografías comprometedoras de su mujer (Debbie Reynolds), una estrella de Broadway. Elliot, experto en guiones policíacos, planeará el crimen perfecto.
Como miles de neoyorkinos, Richard Sherman (Tom Ewell) se ha quedado trabajando en agosto mientras su mujer e hijos disfrutan de unas gratas vacaciones en la playa. Siguiendo las recomendaciones de su esposa, está dispuesto a dejar de fumar, de beber, a acostarse pronto y sobre todo a no echar una cana al aire. Pero la tentación aparece cuando conoce a una despampanante vecina (Marilyn Monroe), tan sexy como ingenua.
Un sentimiento de culpa con raíces muy profundas hace enloquecer hasta tal punto a una escritora recién casada, que tiene que ser internada en un centro psiquiátrico; pero el tratamiento al que es sometida contribuirá a agravar más su estado.