En el bullicioso Nueva York de la década de los 50, un hombre casado llamado Richard Sherman se encuentra en una encrucijada personal tras enviar a su esposa e hijo a pasar el verano en el campo. Mientras disfruta de su libertad temporal, Richard se sumerge en sus pensamientos sobre la vida, el amor y, sobre todo, la tentación que representa una vecina fresca y encantadora que se acaba de mudar al edificio. Ella, una rubia deslumbrante y despreocupada, rápidamente se convierte en la encarnación de sus fantasías; cada encuentro entre ellos es un delicado juego de insinuaciones y deseos reprimidos.
A medida que los días pasan, el conflicto interno de Richard se intensifica. Se siente atrapado entre sus obligaciones maritales y la atracción irresistible que siente hacia la joven. Las idas y venidas de su mente lo llevan desde momentos de pura comedia absurda hasta profundas reflexiones sobre la fidelidad y el amor verdadero. Con cada interacción, sus dudas y temores sobre la vida que ha elegido se ponen a prueba, mientras se encuentra atrapado en un dilema que muchos pueden reconocer.
Entre el humor ligero y situaciones encantadoras, la historia nos invita a reflexionar sobre lo que significa realmente comprometerse en una relación, así como la fragilidad de las decisiones que tomamos. El verano se convierte en un viaje de autodescubrimiento, donde lo que parece ser un simple romance se transforma en una exploración de la naturaleza humana y nuestras propias elecciones.