En el contexto de una época marcada por la innovación y el cambio, un ambicioso dentista de Nueva Inglaterra, el Dr. Horace Wells, se siente frustrado por el dolor asociado con los procedimientos quirúrgicos. Motivado por su deseo de ayudar a los pacientes, decide experimentar con una sustancia anestésica que podría revolucionar el ámbito dental. Con un espíritu de determinación, lleva a cabo sus pruebas utilizando el óxido nitroso, que en ese momento es poco conocido, pero que él cree que cambiará la forma en que se realizan las extracciones de dientes.