En un pequeño pueblo belga durante el siglo XV, la vida transcurre tranquila, marcada por la rutina y las tradiciones locales. Todo cambia con la llegada de un grupo de soldados españoles que vienen a recoger impuestos. El pueblito se encuentra dividido entre el deseo de resistir y la necesidad de adaptarse a las nuevas circunstancias. Con la ayuda de una astuta mujer del pueblo, los habitantes deciden organizar una kermesse, una especie de festival, para celebrar sus costumbres y, al mismo tiempo, intentar burlar a los soldados.