A principios del siglo XX, en un país centroeuropeo, una joven es obligada por su familia a casarse con un príncipe heredero. Sin embargo, ella está enamorada de su profesor de esgrima.
La mujer de un director de teatro, influida por sus amigas y por apariencias engañosas, cree que su marido la engaña con una atractiva corista. Tras pedirle el divorcio, se marcha de viaje a Reno para recapacitar sobre su matrimonio...
En 1947, llega a una misión católica en China un sacerdote, el esperado padre O'Shea. El hombre parece incómodo con sus deberes, pero sus duras tácticas tienen éxito entre los habitantes de la aldea. Mientras tanto China se desangra entre la guerra civil y la revolución.
Una viuda de buena familia inicia un romance con su apuesto jardinero. A pesar de pertenecer a dos mundos completamente diferentes deciden casarse, pero su amor tropieza con el rechazo de los hijos de la mujer y de su círculo social.
El filántrópico doctor Hudson muere ahogado, pues la bombona de oxígeno que podría haberle salvado la vida se utilizó en beneficio del joven Robert Merrick (Robert Taylor), un frívolo heredero. Éste inmediatamente se da cuenta del rechazo que inpira a los demás, sobre todo, a Helen (Irene Dunne), la viuda del doctor, de la que se ha enamorado. Para conquistarla, decide convertirse en un filántropo anónimo como Hudson. Sin embargo, cuando Helen se queda ciega en un accidente, todos lo culpan a él.