Una atleta (Katharine Hepburn) y un mánager (Spencer Tracy) son los protagonistas de esta comedia romántica con partidos de tenis, golf y mucha química.
Después de casar a su hija Kay con Buckley Dunstan, Stanley Banks se siente libre y feliz. Los días transcurren apaciblemente hasta que se entera de que va a ser abuelo, situación que provocará una gran rivalidad entre su familia y la de su yerno.