En un pequeño pueblo japonés, la vida de una familia tradicional cambia drásticamente cuando su único hijo, un joven sensible y soñador, comienza a manifestar un deseo de independencia. Criado en un entorno estricto y conservador, su lucha interna entre satisfacer las expectativas de sus padres y seguir su propio camino le lleva a cuestionar cada aspecto de su existencia. La presión social y familiar se convierte en un constante eco en su mente, mientras anhela convertirse en un artista y explorar su pasión por la pintura.