En una Escocia del siglo XVIII llena de aventuras y peligros, un joven huérfano llamado David Balfour se embarca en una travesía que cambiará su vida para siempre. Después de la muerte de su padre, David busca reclamar su herencia, pero se encuentra con su tío avaro y manipulador, quien, tras enterarse de sus planes, decide deshacerse de él. En lugar de recibir su herencia, David es secuestrado y vendido como esclavo, embarcándose en un barco atestado de prisioneros.