En el Londres de los años 50, un tímido y poco atractivo empleado de una fábrica de lingotes de oro, Henry Holland, lleva una vida monótona y rutinaria. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando se asocia con un audaz ladrón, un sinvergüenza con más carisma que sentido común. Juntos, deciden llevar a cabo un audaz plan para robar una gran cantidad de oro y escapar a la vida de lujo que siempre han soñado.
Henry, ingenioso pero reservado, pone en marcha un ingenioso esquema que involucra la fabricación de una serie de lingotes, camuflando el oro robado como si fuera parte de un proyecto de exportación. Su plan parece estar bien encaminado, hasta que las cosas empiezan a irse de control. Con la policía pisándole los talones, Henry y su cómplice se ven envueltos en una serie de enredos y situaciones absurdas, mientras intentan mantener su engaño intacto.
Entre los personajes secundarios, se encuentran vecinos curiosos y un grupo de policías despistados, que añaden una dosis de comedia al caos. La tensión entre lo que está en juego y la hilaridad de sus intentos por salir del lío genera un ambiente tan entretenido como impredecible. A medida que avanza la historia, Henry se transforma, revelando una astucia inesperada que lo lleva a considerar las consecuencias de sus acciones, mientras se enfrenta a una serie de giros que ponen en peligro su plan y su libertad.