En el siglo XVI, Rusia se encuentra en una encrucijada, donde la ambición, la traición y el poder se entrelazan. El joven y apasionado príncipe Iván, decidido a unificar su país y liberarlo de los clanes feudales, asume el trono como el primer zar de todos los rusos. A medida que comienza a ejercer su autoridad con mano firme, los nobles y aristócratas ven en él una amenaza a sus privilegios. Su camino hacia la grandeza está lleno de decisiones difíciles que llevarán a un conflicto interno.