En un pequeño y pintoresco pueblo francés, la vida parece fluir con la misma calma que el río que lo rodea. El cartero, un tipo entusiasta y algo torpe llamado François, es un hombre lleno de ilusión que sueña con la llegada del progreso y la modernidad. Al enterarse de que en un pueblo vecino se celebra un espectáculo de circo con impresionantes acrobacias y técnicas avanzadas, François se entusiasma y decide que es el momento de llevar un poco de ese espíritu a su propio hogar.