En el Japón de la década de 1950, un joven escritor llamado Shūzō se encuentra atrapado en un mar de confusiones emocionales y existenciales. Después de haber abandonado a su esposa, quien ahora vive en la sombra de la vida urbana, se siente perdido, ansioso por encontrar un propósito en medio de la modernidad. Su vida da un giro inesperado cuando se cruza con una joven esposa aburrida, quien busca escapar de la monotonía de su hogar. Mientras ambos sacuden las arenas del conformismo, surge una conexión intensa, una chispa que desafía las expectativas y costumbres de su tiempo.

Un entrañable anciano y su esposa emprenden un viaje desde su pequeño pueblo hacia Tokio para visitar a sus hijos, quienes llevan una vida ajetreada y llena de compromisos. Al llegar a la bulliciosa ciudad, se dan cuenta de que sus vástagos están demasiado ocupados con sus trabajos y problemas personales para dedicarles tiempo de calidad. Con cada intento de conexión, se enfrentan a la indiferencia y la rutina de los adultos, que ya han olvidado el significado de la familia.

En un tranquilo pueblo de la China rural, la vida de una familia campesina se ve marcada por las estaciones de la cosecha y las tradiciones ancestrales. La historia sigue a un joven llamado Wang Zhihua, quien ayuda a su padre en el campo bajo la férrea mirada de su abuela. Mientras la familia trabaja arduamente para sembrar y cosechar el trigo, se ven atrapados en un conflicto entre el deseo de modernización y el apego a la tradición.