En el siglo XVIII, una joven llamada Suzanne se ve obligada a entrar en un convento tras la muerte de sus padres. Aunque se siente atrapada en un mundo que no ha elegido, su fuerte espíritu y deseo de libertad pronto desafían las estrictas reglas del lugar. A medida que Suzanne intenta adaptarse a la vida religiosa, se enfrenta a la crueldad de la madre superiora, que ve su llegada como una oportunidad para cementar su poder.