En el corazón de una pintoresca ciudad francesa, un joven teólogo llamado François se siente frustrado con la rigidez y la hipocresía que encuentra en su entorno religioso. Decidido a buscar su propio camino, se convierte en un auténtico rebelde del dogma, desafiando a los miembros de la comunidad eclesiástica y cuestionando las prácticas tradicionales.