En esta comedia clásica de los años 60, el famoso gendarme de Saint-Tropez, Cruchot, decide cruzar el Atlántico para visitar a su hija que vive en Nueva York. Desde el momento en que aterriza, la ciudad nunca duerme se convierte en un caos hilarante, ya que Cruchot, con su estilo torpe y su pasión por el deber, intenta adaptarse a la vida en la gran metrópoli estadounidense.