En una inquietante combinación de horror y drama psicológico, conocemos a Mark Lewis, un joven camaraoperator que trabaja en una productora de cine. Sin embargo, su pasión por el cine tiene un lado oscuro: está obsesionado con capturar la esencia del miedo humano. Para ello, utiliza una cámara de cine más que para producir arte; la ha convertido en su arma, filmando las reacciones de sus víctimas antes de asesinarlas.