En una Hong Kong de los años 70, una serie de brutalidades infunde terror en la ciudad. La historia sigue a un detective harto de la corrupción que lo rodea y de un sistema judicial que parece desmoronarse. Es un tipo de esas películas que te atrapan desde el primer minuto, lleno de articulaciones crujientes y giros inesperados. Nuestro protagonista, un policía decidido, se encuentra en la pista de un sádico asesino en serie que ataca a mujeres jóvenes, dejando un rastro de horror y desesperación.