En un mundo dividido por la guerra y la ambición, un joven príncipe se ve obligado a convertirse en rey en medio de tensiones políticas y familiares. A medida que asume el trono de Inglaterra, debe lidiar con la sombra de su padre y demostrar que es digno de la corona. Con su espíritu audaz, decide reclamar los territorios perdidos en Francia, tomando como excusa un antiguo derecho dinástico.