En una atareada mañana en Japón, un grupo de terroristas ha logrado colocar una bomba en un tren de alta velocidad que recorre la línea Shinkansen. La cuenta atrás ha comenzado y, con ella, el caos se desata. La situación es crítica: si el tren supera las 80 millas por hora, la bomba se activará y el desastre será inminente. Los pasajeros, ajenos al peligro que les acecha, se encuentran a bordo, atrapados en un viaje que podría convertirse en su último recorrido.