En la década de 1970, el bullicioso mundo del transporte público británico cobra vida a través de las peripecias de un grupo de conductores de autobús en Londres. La historia sigue a Stan Butler, un conductor ingenioso y algo holgazán, que sueña con una vida más emocionante fuera de su monótono trabajo en la empresa de autobuses. Con su ingenio y su humor característico, Stan compite con su controlador, el estricto y a veces malhumorado Inspector Blake, quien parece tener una predilección especial por hacerle la vida imposible.